viernes, 24 de enero de 2014

clases de reprogramación

Cuando un fabricante de coches diseña un motor, una de sus premisas es obtener el máximo de prestaciones
con el mínimo consumo posible y, por supuesto, dejando siempre un margen para asegurar una elevada fiabilidad. Para eso están diseñados todos los elementos mecánicos como pueden ser la culata, bloque, cilindros, árbol de levas, etc. y los componentes electrónicos, tale como los sensores, centralitas y actuadores que forman un motor. Sin embargo, la necesidad de ofrecer la máxima fiabilidad posible permite que siempre haya cierto margen de mejora, así que si modificamos alguno de ellos, se puede aumentar la potencia o, incluso, también reducir el consumo.

La posibilidad de modificar la centralita de coche permite obtener mejoras mucho más espectaculares. Eso sí, no todo es tan sencillo, pues si se toca lo que no se debe o se hace de manera incorrecta, podemos terminar, en caso extremo, por romper el motor. 




La reprogramación consiste en modificar la programación electrónica del motor a través de un programa informático, se realiza con un ordenador portátil, cambiando los parámetros que gestionan, por ejemplo, el turbo, o la inyección.




Existen 2 tipos de reprogramaciones; la estándar (creada por un especialista en este tipo de modificaciones para un determinado motor), y la personalizada; que cocnsiste en adaptar la respuesta del motor a nuestra forma de conducir y a nuestros deseos para obtener más potencia, o menos consumo, o mejor respuesta a bajas revoluciones, o una mezcla de todo lo anterior.