Hoy en día, las diferentes partes del vehículo se diseñan para
ser controlado por ordenador, lo que
significa que es posible programar
el propio vehículo y ayudar a mejorar la potencia del motor y su
rendimiento.
Es necesario echarle un vistazo al
chiptuning y averiguar lo que puede hacer por ti. El chiptuning es un antiguo método de mejora del rendimiento de un coche. Se trata
de sustituir el original eeprom /chip, en el directorio de la ECU con
una versión afinada. La mejora es por lo general en bruto y refinada, y
por lo general adecuado para los vehículos viejos.
Con el dispositivo de control del motor, el vehículo recibirá dos
señales electrónicas y las señales analógicas. Mediante el uso de estas
señales, el vehículo será entonces capaz de realizar algunos cálculos
necesarios. Esto significa que el vehículo va a calcular la talla de
diferentes comandos para el encendido en posición y la inyección de
control de emisiones del vehículo. Debido a esto, es posible incrementar
el rendimiento general del motor. Con el método chiptuning, los
propietarios de vehículos tendrán la posibilidad de mejorar el
rendimiento y la potencia de sus coches. Esto se hace generalmente a
través de la utilización de un dispositivo de control electrónico. Otro
nombre para esto es OBD-tuning.
Con el fin de aprovecharlo mejor, habrá que echar un vistazo a los
dispositivos adicionales de la centralita del motor que se necesitarán para instalarlo en el vehículo.
Mediante el uso de este
método, se mejorará el comportamiento de marcha del automóvil. Además
de esto, se podrá disfrutar de una forma más eficiente el consumo de
gasolina.
Todo esto se lleva a cabo de acuerdo con la legislación de lucha
contra la contaminación actual. Para los motores equipados con turbo la
ECU calcula así el alza de presión. Para los motores diesel turbo, la
ECU calcula además de la presión del turbo, la sincronización de la
bomba y la cantidad de gasolina que es inyectada. Todos estos datos se
almacenan en las memorias EPROM o el chip. La modificación consiste en
el cambio de los parámetros originales por lo que son ampliados y
mejorados. Esto aumentará la potencia del motor, lo que mejora el
rendimiento, la facilidad de conducción y reduce el consumo de gasolina.
La ganancia obtenida será de entre 8 y 30% en la potencia y de 15 a 40%
en el rendimiento del motor dependiendo de si se trata de un motor
turbo o un motor de aspiración normal.